lunes, 17 de septiembre de 2012

Civet de Liebre

Este gran plato de caza, proveniente de la cocina francesa, requiere de tiempo y paciencia para su preparación. Originario del Perigord, la región de las carnes de caza, el foie grass y las trufas. 

En esencia el civet es una preparación en donde la carne del animal, su sangre y un buen vino se fusionan para crear una experiencia de sabores tan refinada como completa y con una personalidad única que le han permitido permanecer a través de los años.

Una vez muerta la liebre, cuando la limpiamos, reservamos su sangre en un recipiente y agregamos un poco de vinagre blanco.

Ingredientes:
- 1 Liebre grande
- 200g de panceta
- 6 cebollas
- 1 litro de vino tinto.
- 3 dientes de ajo
- 1 vaso de cognac
- vinagre
- 2 cucharadas de harina
- 100g de champignones frescos.
- Sal, pimienta, tomillo

Es fundamental macerar la liebre durante al menos 12hs  previo a la preparación, con vino laurel, ajo, pimienta negra en grano, cebolla y condimentos. Agregar una copita tradicionalista de cognac que brindará un gran sabor. Realizar esto únicamente en una fuente de vidrio o cerámica.

En una cacerola de hierro grande se sofríe la manteca con dos cucharadas de harina y se cocina la harina, revolviendo constantemente por 5 minutos.

Se agregan las presas de liebre bien escurridas y se doran. Luego, agregamos en la cacerola el vino de la marinada (colado), el ajo, sal y pimienta y se cocina a fuego bajo unas 2 horas.

Luego, salteamos las cebollas cortadas en cubitos, con manteca a fuego bajo. Una vez estén doradas, agregaremos la panceta en tiritas y los champignones. Cuando la cebolla se comienze a poner marron, agregar dos cucharadas de azucar y revolver constantemente cuidando que no se quemen los ingredientes. 

En la cacerola de las liebres, pasadas las 2 horas, el liquido debe haber reducido considerablemente. En este punto agregar la sangre y cocinar 10 minutos mas. Luego, incorporar la preparación con las cebollas, champignones y la panceta.

Servir acompañado de arroz blanco, puré de papas o pastas con aceite y queso.

Maridaje: Recomendamos probar este plato con un Bonarda Reserva con paso por roble.








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